¿Qué son los Mudras?
El Amor, la salud y el éxito al alcance de tus manos
Constantemente me encuentro en mi consulta, con pacientes que llegan por alguna molestia física: desde una contractura en hombros o cuello, hasta trastornos de estrés generalizado; pero más allá de estas “dolencias” se encuentran temas de frustración, miedo y soledad.
Se sienten tan mal que es como si no “tuvieran fuerzas para seguir”, comentan algunos. Y de hecho, la salud requiere más que solo fuerza; necesita todo nuestro poder personal para lograrla; permíteme que te cuente de una herramienta para re-tomar ese poder en ti: “los mudras”.
¿Qué es un Mudra?
Los mudras son “gestos de las manos”, o bien son conocidos como yoga para las manos; su nombre proviene del sánscrito y se refiere a mud = gozo y dra = producir, esto significa que son “productores de gozo”. Un detalle curioso es que, a menudo, formamos mudras con las manos sin darnos cuenta y, a demás suelen ser los más adecuados para ese momento.
Y te preguntarás, ¿cómo es que funcionan? La respuesta es que en tus dedos se encuentran terminales nerviosas y el comienzo de algunos “meriadianos de acupuntura” (senderos de energía de cada uno de tus órganos), y al unir ciertos dedos haces circuitos electro magnéticos en tu cerebro.
Otro punto muy importante en el uso de mudras es la atención y la intención de éstos; pues cuando realizas una postura, tienes en mente lo que deseas obtener o el cambio que necesitas realizar, por lo tanto podríamos considerarlos como “afirmaciones corporales”.
Una ventaja de los mudras es que se pueden realizar de una manera muy discreta: en la oficina, el coche, la escuela, etc. No es necesario que pongas inciensos por todos lados y voltees los ojos para percibir sus resultados, pueden convertirse en grandes compañeros de tus proyectos y de tu paz interior.
Toma el poder de tu vida en tus manos
Practicar mudras te ayudará a aquietar tu mente y por ello te será más fácil contactar con tus verdaderas necesidades, también es una manera de retomar tu poder personal, pues al ejecutar las posturas, llevar tu atención mental hacia un objetivo y hacer tus afirmaciones participas activamente en tu destino. ¡Manos a la obra!
Contra la Soledad
Mudra de la Amistad: Esta postura te ayudará cuando te sientas solo; pues todos en algún momento nos sentimos aislados, a pesar de estar rodeados de gente. Es importante revisar que nuestra actitud nos permita “hacer contacto con los otros”. Se amable con los demás, da palabras de reconocimiento, intenta percibir lo mejor de cada quien y bájale el volumen a tu monólogo interno.
Posición: En las dos manos, apoya la punta del pulgar en la base del anular respectivo y dobla el anular y el dedo medio por encima del pulgar. Enlaza los meñiques y une las puntas de los índices extendidos. Coloca tus manos delante del pecho.
Visualización: Imagina que estás rodeado por espejos, sonríe a los espejos y recibe la sonrisa que te devuelven sus reflejos.
Afirmación: “Sonrío al espejo de la vida y el mundo me devuelve una sonrisa, abro mis brazos y acepto la amistad en mi corazón”.
Contra el estrés
Mudra del tiempo: Cuando nos sentimos agobiados, estresados, apresurados o impacientes, nuestra percepción del tiempo se altera; esto tiene que ver también con la hiper-función de la glándula tiroides; y si por el contrario, la función de ésta es deficiente puedes sentirte apático, desmotivado, aletargado.
Es importante que revises cómo te estás relacionando con el tiempo, porque todos contamos con la misma cantidad de minutos en un día, y si no eres capaz de dedicarte uno a ti mismo; te urge practicar este mudra.
También puede ayudarte el que hagas una lista de tus pendientes, pues cuando te agobian parecen miles revoloteando en tu cabeza, y al ponerlos en un papel, te aseguro que no son más de diez. Poner orden en tus pensamientos es una buena estrategia para liberar estrés.
Posición: Une las puntas de los pulgares y deja reposar los otros dedos sobre la almohadilla de la palma por debajo del pulgar. Sitúa las manos a la altura del estómago, con los antebrazos dibujando una línea horizontal.
Visualización: Imagina un reloj que sincronizas con el latido de tu corazón, cuanto más profundo respires, tu tiempo va extendiéndose; el tiempo es parte de ti y es tu amigo.
Afirmación: “El tiempo es mi bien más preciado. Lo administro con sabiduría.”
Para las relaciones satisfactorias
Mudra de los riñones: Según la medicina china, la energía de los riñones está vinculada a las relaciones de pareja y el miedo.
Seguramente todos hemos vivido algún desamor y en ocasiones guardamos esas heridas porque es tanto nuestro miedo a ser abandonados, que descartamos nuestra posibilidad de compartir la vida con alguien; o por el contrario, nos encontramos constantemente con “la persona incorrecta”, una y otra vez escogemos lo que peor nos viene.
Al practicar este mudra convéncete de que tienes derecho a decidir cómo han de desarrollarse tus relaciones: elige cuánta cercanía o distancia necesitas y recuerda que toda relación es un intercambio, y tú puedes decidir sobre la cantidad y la calidad de ese intercambio.
Posición: Apoya la punta del pulgar de las dos manos en la base del dedo anular, y las puntas del dedo medio en las almohadillas bajo los pulgares. Los otro dedos permanecen extendidos. Reposa tus manos sobre los muslos.
Visualización: Imagina diferentes situaciones que quisieras vivir con tu pareja: una charla íntima sobre asuntos cotidianos, comer juntos, etc. Agrégale los detalles que necesitas sentir, pues en este momento te los estás brindando a ti mismo.
Afirmación: “Tú me haces bien y yo te hago bien a ti”
Para la Sabiduría
Mudra del Saber: Este es probablemente el más popular de todos y ayuda en casos de insomnio, depresión e hipertensión. Mejora la memoria, aumenta la capacidad de concentración y ayuda a mantener la mente clara, tranquila y despejada.
Este mudra representa la unión del ser humano (índice) y lo divino (pulgar); nos contacta con nuestra sabiduría interior para poder reconocer lo esencial y dedicarle más energía, tiempo y espacio en nuestra vida. Nos permite estar en calma y reflexionar, para establecer nuevas prioridades.
Posición: Une los dedos pulgar e índice de las dos manos, permite que los demás dedos queden extendidos; coloca las manos sobre los muslos y busca un estado de quietud.
Visualización: Imagina que te encuentras en un lugar que te produce paz y tranquilidad; puede ser un bosque, un río, el mar o alguna habitación. Intenta ver y sentir todos los detalles de este lugar, escucha sus sonidos y sin exigirle ninguna respuesta a tu interior, descansa. Verás como surge tu voz interna y te expresa sus ideas nuevas.
Afirmación: “Confío en mi sabiduría interior. Me dejo guiar por mi corazón.”
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