Quinta Oración de Louis Claude de Saint-Martín
Toma mi voluntad, Oh Señor, toma mi voluntad; porque si puedo suspenderla un
instante ante Ti, los torrentes de Tú vida y luz, no habiendo nada que les resista, se
verterán impetuosamente dentro de mí. Ayúdame a romper las lamentables barreras
que me separan de Ti; ármame contra mí; triunfando dentro de mí sobre todos Tus
enemigos que son los míos a través del sometimiento de mi voluntad. ¡Oh Principio
Eterno de todo goce y de toda verdad! ¿Cuándo seré así renovado para prontamente
ser consciente del ser, estando salvo en el permanente afecto de Tú exclusiva y
vivificante voluntad?
¿Cuándo aparecerá ante mí cada clase de privación como un beneficio y una
ventaja, a través de mi preservación de toda atadura, y dejándome amplios medios
para atarme a la libertad de Tú espíritu y Sabiduría? ¿Cuándo los males aparecerán
ante mí como favores extendidos por Ti, como así muchas oportunidades de
Victoria, así muchas ocasiones de recibir de Tú mano las coronas de la gloria que
Tú haz distribuido a todos los que luchan en Tú nombre? ¿Cuándo todas las ventajas
y alegrías de esta vida devendrán a mí así como muchas trampas, puestas